Pellets, chimeneas y estufas de biomasa.

Como ya avanzábamos en post anteriores, los nuevos tipos combustibles biomasa se están haciendo un importante hueco en los hogares españoles. De hecho, tan solo en el caso de los pellets, el consumo en nuestro país se ha multiplicado por 3.8 en los últimos 4 años y se espera que aún crezca mucho más, multiplicando la última cifra por 2.9 para 2020. Este dato supondrá un consumo anual de 1.100.000 toneladas, tan solo en España.

 

Pellets, chimeneas y estufas de biomasa.

 

Con todos estos datos, muchos se preguntarán si el precio de este tipo de combustible biomasa no crecerá en igual proporción; sin embargo, no ha sido así y el precio de los pellets se mantiene estable. El porqué de este hecho es sencillo: la capacidad productiva de pellets ha aumentado también de forma drástica en España, dónde las plantas productoras cuentan incluso con excedente de producción, es decir, se produce por encima del consumo nacional.

Nuestro país tiene en la actualidad, al menos, 30 plantas capaces de producir más de 10.000 toneladas al año cada una. Además, se espera que la cifra se amplíe, llegando, al menos, a 20 plantas más en los próximos 5 años. Los expertos consideran que los pellets son un negocio emergente, capaz de absorber la producción, gracias a una demanda que se multiplica anualmente.

De este modo, las cifras han crecido: de un consumo de 100.000 toneladas en 2010, se ha llegado a las 380.000 el pasado año 2013. Es por este motivo que también se ha vuelto crucial para el correcto funcionamiento de las chimeneas y calderas que utilizan este combustible. La recomendación de los fabricantes es clara en este sentido: comprobar si los pellets adquiridos poseen los correspondientes certificados oficiales de calidad. En nuestro país, el más característico para este tipo de biomasa es el conocido como ENPLUS.

Este tipo de estufas y sistemas de calefacción por pellets suponen, además de un importante ahorro para el medioambiente, un ahorro económico en los hogares de aquellos que se deciden por las chimeneas y calderas de pellets, pero aquí también entra en juego la calidad del producto que utilizaremos con nuestra caldera.

Es habitual que un mal uso de las calderas de pellets o la compra de un combustible inadecuado o no certificado repercuta de forma negativa tanto en el ahorro final, como en la vida útil de este tipo de instalaciones calefactoras. Las chimeneas, estufas o calderas de pellets que utilizan pellets no certificados tienden a un consumo mayor.

En la actualidad las cifras no dejan lugar a dudas, el pellet es hoy una forma más barata de calefacción que las ofrecidas por sus rivales, los combustibles tradicionales: gasóleo y gas. Además, las previsiones de futuro auguran que este hecho no cambiará en los próximos años, por lo que puede ser la elección perfecta para aquellos que buscan ahorro.

También es muy interesante el factor seguridad y sostenibilidad de los combustibles biomasa, ya que no sólo no agreden el entorno como las energías no renovables, sino que además suponen menos riesgos para los hogares y edificios. En cuanto a la seguridad, si bien el material es inflamable, lo cierto es que no existe riesgo de explosiones, como sí ocurre en el caso de sus competidores, gas y gasóleo.

Es interesante observar el crecimiento que este tipo de sistemas de calefacción ha experimentado en los últimos años en edificios como comunidades de vecinos, empresas y centros públicos. Dado el bajo coste y la posibilidad de controlar de forma sencilla el consumo de las calderas, los pellets se imponen poco a poco en grandes edificios. Instalar una caldera de este tipo no supone un gran desembolso. Además, su eficiencia energética está más que probada y el ahorro es espectacular en viviendas y edificaciones de nueva construcción, que suelen contar con buenos aislamientos de última generación.