Cuando las temperaturas caen durante el invierno, la factura eléctrica puede aumentar de forma desproporcionada en aquellos hogares que emplean este tipo de energía como fuente principal para calentarse, bien mediante calentadores tradicionales, bien mediante un sistema de módulos independientes durante la casa. Por otra parte, también aquellos hogares que emplean gas natural pueden encontrarse con una sorpresa en la factura, sobre todo durante los primeros meses fríos del año.

Chimeneas de leña: calentar nuestro hogar ahorrando dinero

Es bien sabido que el principal gasto de los hogares en nuestro país se deriva de la factura energética, principalmente en electricidad, pero seguido muy de cerca por el gas natural. Calentar nuestro hogar no es una tarea sencilla y a menudo se pierde mucha energía, tanto por problemas de planificación, como a la hora de responder a nuestras necesidades de una forma más eficiente.

Esta es la principal razón que ha puesto a las chimeneas de leña tradicionales en el foco de atención de la decoración de interiores. La chimenea de toda la vida se ha convertido en el remedio más sencillo y barato, pues se amortiza en poco tiempo, añade valor a nuestra casa y aporta más distinción, calidez y confort a nuestro hogar.

 

Calefacción focalizada y suplementaria

Se conoce como calefacción focalizada aquella que actúa sobre unas partes de la casa, en lugar de sobre nuestro hogar al completo. A diferencia de los sistemas tradicionales que logran mantener la temperatura de nuestra casa de forma constante tras mucho trabajo y gasto energético, los sistemas de calefacción suplementaria y focalizada actúan sobre algunas estancias, principalmente aquellas en las que pasamos más tiempo. Esto requiere menos gasto energético y mejora nuestra eficiencia, logrando ahorrar dinero al tiempo que mejora la estética y el confort generales  de nuestra vivienda.

 

Materiales que conservan el calor

Como decíamos, el retorno de las chimeneas de leña como método de calefacción ha vuelto a ponerse de moda en nuestro país. Las razones son variadas, pero sin duda la principal es el aumento del precio del gas y la electricidad durante los últimos veinte años. A diferencia de este tipo de sistemas, las clásicas chimeneas únicamente necesitan emplear madera, cuyo pecio no ha aumentado demasiado.

Además, las chimeneas pueden suponer un ahorro considerable, ya que permiten calentar grandes espacios de manera eficiente y por mucho tiempo. El principal factor que lo permite es el empleo de materiales especiales, gracias a los cuales, las chimeneas mejoran su eficacia, ya que este tipo de superficies retienen el calor y a pesar de que la chimenea se apague, la estancia sigue caliente por más tiempo.

 

Las chimeneas no son un gasto, sino una inversión

Por otra parte, los gastos asociados a este tipo de instalaciones suelen recuperarse holgadamente, ya que repercuten de forma positiva en el valor de la vivienda en el mercado inmobiliario. Es decir, las chimeneas aumentan el precio de nuestra casa, incluso en una cantidad mayor de la que se invirtió en su instalación, razón por la cual en el mundo inmobiliario se las considera una inversión de futuro.

Las chimeneas clásicas pueden instalarse más fácilmente de lo que a menudo se piensa, ya que existen nuevos sistemas y técnicas que permiten a los instaladores especializados implementar una chimenea en casi cualquier parte. En Chimeneas Llofrio somos distribuidores, diseñadores y fabricantes de chimeneas, barbacoas y estufas con más de 30 años de experiencia en nuestro sector. Si está interesado en ahorrar dinero en sus facturas durante el invierno, póngase en contacto con nosotros y conozca de primera mano qué ventajas podemos ofrecerle para su vivienda. www.chimeneasllofrio.es